jueves, 24 de noviembre de 2011

"De la teoría a la práctica NO hay un solo paso."


La pedagogía reconocida como ciencia, es el cuerpo doctrinario y aplicable, sin embargo, a partir de la admisión como profesión por parte de la Ley Federal de Educación del 73 (Villalpando, 1997), nos lleva a constituirla como una práctica científica y a su vez refutada en la teoría, gracias a su constitución de una actitud normativa y formativa, y  a merced de la didáctica, posibilita la llegada de determinada información a quienes pretenden poseerla, pero claro, no cualquiera puede llegar a tenerla, pues dentro de ésta existen limitantes intrínsecas del individuo que posibilitan o desfavorecen la adquisición de la pedagogía como profesión (Daniels, 2009).
La didáctica tiene bases científicas y por ende rigurosas, que residen en la integración de la superación del sujeto gracias a una programación adecuada, es decir; “la pedagogía actúa como ciencia y la didáctica como técnica” (Villalpando, 1997). El hecho es que el ejercicio de la pedagogía como profesión tiene ciertos matices que agravan el problema de la enseñanza-aprendizaje y por ende de la educación en México (Sánchez, 2004), el auge del problema, reside en que la didáctica que plantean algunos docentes se ve limitada a las mismas habilidades propias del individuo, y a sabiendas de esto, en el ejercicio de la práctica no cabe duda que nos ha tocado poder observar e incluso experimentar a sujetos, que con sinceridad en vez de apoyar una pedagogía teleológica y mesológica se orientan a prácticas fuera de  la misma ontología de la ciencia y por ende los principios y objetivos se ven truncados al no llegar a un aprendizaje pleno por parte del alumnado (Ferrini, 2006).
En otros ámbitos, uno de los propósitos de la pedagogía en sentido teleológico; es la solidaridad, el humanismo, la conciencia social, el bienestar nacional, entre otros, sin embargo por un lado, la didáctica pedagógica promueve modelos educativos basados en competencias, que venden la idea fomentada en la mejora del nivel del alumnado (Pierre, 2004) pero sin embargo, dejamos pasar el hecho de ver a los educandos como objetos, y digo objetos, porque al parecer somos propiedad y tenemos cierto valor, se nos ha dejado de ver como la razón de ser “el punto de partida y el fin del proceso educativo” (Villalpando, 1997), y a su vez el valor del “sujeto”, incrementa al adquirir más y mejores conocimientos, promovido a través de infomerciales donde se navega con la bandera, de que ciertas instituciones educativas aumentarán nuestras habidas posibilidades para adquirir cierto prestigio, estatus y por ende “valor” (Rousseau, 2004), pero lo que realmente no se dice y es de suponerse que ni siquiera se quiere ver, es que se fomenta a su vez el individualismo y el desarrollo de hábitos en donde se promueve el poder sobrepasar ante los demás a costa del bienestar nacional, dejando de lado el espíritu del servicio, para después lamentarse y suspirar como sociedad, por una democracia participativa, cuando somos quienes creamos un pueblo, con una mentalidad diseñada en el tipo de mexicano que se encuentra al servicio de una realidad externa. Pero lo que hay que aclarar y es necesariamente justo, es que la pedagogía es la ciencia, y la aplicación de la didáctica, lleva implícito la acción inherente de cada sujeto que ejerce la profesión y por ende, de la teoría a la práctica no hay un solo paso.

Referencias.
Daniels, H. (2009), “Vigotzky y la pedagogía”, Paidós, D.F.
Ferrini, M. (2006), “Bases didácticas: Educación dinámica”, Progreso, D.F.
Pierre, L. (2004), “Pedagogía y política, Rousseau”, Trillas, D.F.
Rousseau, J. (1999), “Emilio”, Trillas, D.F.
Sánchez, M. (2004), “Pedagogía con afecto”, Diana, D.F.
Villalpando, J. (1997), “Didáctica de la pedagogía”, Porrúa, D.F.

“La constancia del devenir y la fuerza de la autorrealización en el desarrollo evolutivo del ser”

1.    Introducción
Retomando la teoría de las líneas del desarrollo de Anna Freud, tomare como base central, la primera línea: “del estado de dependencia hasta la autosuficiencia emocional”, (con una edad de los cero a los veinticinco años). Por otra parte me centrare, en la teoría de Melanie Klein y sus dos etapas “esquizo-paranoide” de cero a tres meses, y la “depresiva” de tres a seis meses.
Tomare solamente la teoría de Margaret Mahler, en cuanto a su fase de “separación- individuación normal”. Si bien hace alusión a las etapas de Erick Erickson, su concepto de “autonomía contra vergüenza” e “identidad contra confusión de roll”, lo importante, en este caso, es rescatar,  la autonomía y la identidad.
Para finalizar, me parece importante agregar el enfoque socio cognitivo de Vigotsky, mismo que integrara por una parte el desarrollo del ciclo vital familiar.
Mi particular punto de vista, me orienta a tomar base  del humanismo, y por ende, cada una de las ideas, serán cargadas de teorías filosóficas, y en particular de teorías humanistas, como la “terapia centrada en el cliente” y el “proceso de convertirse en persona” de Carls Rogers, así como el concepto fundamental de “autorrealización” por parte de Abraham Maslow.




2.    Presentación.
“La constancia del devenir y la fuerza de la autorrealización en el desarrollo evolutivo del ser”
Es bien sabido, que el ser humano, al nacer, es considerado como “un pedazo de carne palpitante”, esta visión, me da la impresión de una postura, en la que lo importante “es” lo que viene, es decir; lo que constituye al ser humano, como “ser”, es aquello que lo formará a lo largo de su vida, y que por ende, cuando nace, no “es”., sin embargo, mi postura, efectivamente está basada en teorías psicoanalíticas, pero con un enfoque más humanista, por lo que, sinceramente pienso que existe una fuerza de “autorrealización innata” que va másallá de “el pedazo de carne palpitante”, y que cuando se nace, ya se “es”. Me permito enfatizar esto, ya que es importante tomar en cuenta mi visión a lo largo del escrito, pues al ser algo personal, es significativa la postura que manejaré en cada una de las siguientes páginas.
El primer vinculo que se forma, es el de madre-hijo, es necesario, sustancial, para la satisfacción de ambos sujetos, en la fase de separación-individuación (M. Mahler), me da la impresión de que al igual no es necesariamente superada a la edad de 36 meses, por lo que en el caso de la etapa esquizoparanoide y más tarde la depresiva (M.Klein), se siguen repitiendo en las relaciones interpersonales; y es notorio, como en el caso de la autonomía contra la vergüenza y la identidad contra la confusión de roll (E. Erikson), se siguen repitiendo; lo que es aún más evidente, es como, en el ciclo vital de la familia, representa una crisis, que tiene génesis en la dependencia y tiene fin, en la autosuficiencia emocional (A. Freud), por lo que a esta edad de veinticinco años, socialmente es aquí, cuando en el ciclo vital familiar se empieza el decline, y el desprendimiento de los hijos, ya como algo físico, objetivo, es decir; más palpable; sin embargo lo que nos interesa aquí no es aquello sumamente físico, si no emocional, afectivo y por ende alude a lo psíquico.




3.    Desarrollo.
En el primer año de vida según Melanie Klein, se viven dos etapas. La esquizoparanoide y la depresiva; donde nunca se superan; donde tiene origen en  el pecho malo y persecutorio, el que pone límites, y por ende estamos hablando de las figuras de autoridad, donde la primigenia evoca a la madre como figura que producen ansiedad, y que por ende hace que el niño se quede con lo bueno de la madre y lo malo, o lo que no le gusta, se aleje, utilizando el mecanismo de defensa de introyección. Más tarde, en la etapa depresiva, donde la integración, hace que exista una reparación; misma, que según mi punto de vista, es aquí, donde tiene génesis “la resilencia”, ese poder de seguir adelante, aun cuando se presentan situaciones traumáticas.
En su contraparte, Margaret Mahler, nos habla de una separación que tiene como objetivo una individuación al término de la etapa, es decir; estamos hablando que a los 36 meses de vida, el niño es un individuo que tiene la capacidad, de evocar y por ende “ya sabe quién es”, sin embargo, creo que esto mismo hace que no sea una etapa terminada fija; es decir; la confusión de roles, es una extensión de esa búsqueda del saber quién se “es”;  también, en las líneas del desarrollo de Anna Freud, se habla de una autosuficiencia emocional, hasta los 25 años, por lo que vemos, nuevamente, que efectivamente, existe ese “ser” vinculado con otro; habría que descartar la posibilidad de un vínculoenfermizo; a lo que me trato de referir, es que efectivamente, no se supera en las relaciones interpersonales esa total separación, si no que se está en una constante reconstrucción de la individuación, motivada por la autorrealización; es decir; siempre se depende de la madre; me permito hacer un paréntesis, en que es una dependencia normal, en la cual, al ser sujetos sociales, dependemos unos de otros, por lo que no estoy hablando de alguna fijación, anormalidad, trastorno o algún otro peyorativo que suscite anomalías en la relación; si no que estoy hablando de aquello que el “self” hace en su interacción social durante el ciclo vital familiar, y que por ende en cada una de las relaciones interpersonales que le acontezcan, no solamente con el vínculo primario.
Me parece importante recalcar, que Mahler tiene una subfase, llamada “reacercamiento”; creo que es aquí; donde el niño al tener esta integración del objeto; es decir, mamá es mala y a la vez mamá es buena (M. Klein); va y viene físicamente de aquel vinculo; sin embargo, no solo es en la edad de los 15 a 24 meses, si no que sigue existiendo éste ir y venir, cotidianamente; sin embargo Margaret nos habla de que es hasta cuando existe una constancia objetal emocional y su consolidación que se forma hasta los 24 a 36 meses; sinceramente; me parece que no se termina a los 36 meses; es decir; Anna Freud habla de una autosuficiencia emocional a los 20-25 años; ahora bien; yo digo que en realidad, no existe en si un fin, a dicha “autosuficiencia total”, sin embargo existe una “autosuficiencia parcial”.
Al ser seres sociales; nunca estaremos totalmente separados físicamente de otros; por lo que tanto objetiva como subjetivamente, no se tendrá una totalidad emocional de autosuficiencia; sin embargo si una parcialidad, porque siempre estaremos en ese reacercamiento hacia nuestros pares; no solo a la madre como vinculo primario afectivo, si no que de igual manera lo estaremos hacia todos con los que establezcamos una relación interpersonal, a tal grado que hablamos de una constante; por lo que en sí, queda descartada la “indiferencia” (ausencia del amor “eros” y odio “tanatos”).
Con la salida del hogar de los hijos en edades entre los 20-25, retomando las líneas del desarrollo de Anna F. y el desprendimiento de los hijos, “el nido vacío”, de la declinación del ciclo vital familiar; da la impresión de que se empieza una total individuación, una “separación total”; pero no es así; ya que efectivamente;  se “vuelve” al reacercamiento emocional; es decir; se está en la constante de ir y venir, a lo que llamare: “devenir”, (más adelante explicaré detenidamente el porqué de dicho concepto), de con la madre o padre; pese a que efectivamente se supondría que ya no existe esa necesidad de regreso ya que al tener la capacidad de evocar las figuras patriarcales, es cubierto; sin embargo vemos, que tarde o temprano se re-acerca al objeto emocional, claro está que con el paso de los años, no es a cada hora, ni todos los días; hablamos de un “devenir” en el que el poder de la “autorrealización” funciona como mediador, de una constante sana, en la que no se interfiere con las otras relaciones interpersonales de manera agresiva, enferma.
Así es que entonces, al integrar al objeto, también se integran no solo a la madre, si no a las otras relaciones afectivas, con las que el “self” interactúa; y que constantemente se regresa a ellas, en el caso de los hijos aún después de los 25 años, donde ya “existe” una conciencia y una capacidad para evocar y hablo de un –“existe”- porque pese a esto, por el hecho de ser seres sociales, necesitamos de los otros, por lo que no existe una total individuación, más sin embargo; poco a poco gracias a la reparación y a esa fuerza de “autorrealización” se llega a una “real autosuficiencia emocional”, más no total; cabe aclarar  que hablar de totalidades, implica cada una de las partes, (sin restantes), del individuo.  Un tipo de independencia,  la cual vemos que es inexistente; y en su contraparte, al hablar de real, (me permito hacer la aclaración),  es una realidad psíquica, en la que no se depende del objeto para “ser”, es decir; que en su ausencia no se deja de pensar, sentir ni actuar.
La fuerza intrínseca de “autorrealización” como mediador y conducto a la sanidad, se ve recalcada en la teoría de Erikson, con su etapa de autonomía contra vergüenza. Donde lo importante a resaltar, será el concepto de autonomía y la virtud (fuerza de voluntad). El niño, del segundo al tercer año de vida, se encuentra en el desarrollo biológico muscular, por lo que, tiene mayor posibilidad de ejercer la marcha (caminar), esto, por el lado anatómico-fisiológico y por otra parte, la posibilidad social de aferrarse a las cosas, situaciones, hechos, y por otra parte, la de soltar, el dejar ir un suceso trágico y no obstinarse a él; por lo que parece claro, que el motor de la Fuerza de Autorrealización (FA), aparece implícitamente, llevando al sujeto a no quedarse en el pasado, a ver y vivir “el aquí y el ahora”.
Ahora bien, el individuo, a la edad de los doce a los dieciocho años, “adolece” al tener consigo una confusión de su roll social, y el papel que ejerce, por lo que el adolescente, más allá de adolecer, más bien, se encuentra incomprendido por sí mismo, al tener que “ser”, cuando por la misma confusión, no se ha dado cuenta de que ya “es” y gracias a la virtud de la fidelidad, puede encontrar ser fiel, así mismo. Por lo que remarco entonces, que pese a que tiene una identidad no habrá que confundirla con “independencia total emocional”, por lo ya antes aclarado.
Es entonces, cuando en este mismo curso, de manera ascendente, al término de ésta etapa y la que le siguen, usualmente, en el ciclo vital familiar existe una separación física-social, ya que “el nido vacío”, representa no solo la salida de los hijos, si no la posibilidad de formar una nueva familia. Sin embargo, la necesidad emocional del “self”, hace que se regrese al primer y único lazo parietal (regularmente).
Desde la infancia, hasta la adolescencia  y desde la adolescencia hasta la edad adulta, se encuentra el ser humano en un ir y venir, en un “devenir”. Retomo lo ya antes hablado, acerca de la explicación del devenir, me refiero estrictamente, a que al ser sujetos sociales, se entiende que por ende, para establecer una interacción interpersonal, es necesaria la movilidad, es por ello, que el ser humano es un sujeto móvil, y al tratarse de movimiento,  va implícito el cambio; mismo que posibilita la mutación para el flujo de la F.A.
Así mismo, continuando con la misma línea, he mencionado ya, que efectivamente, se llega a una  “real autosuficiencia emocional”, porque pese a que el hijo, presenta ya, una autonomía, es capaz de evocar, presenta una separación-individuación e incluso socialmente considerado como un adulto independiente, su autosuficiencia emocional (A. Freud), es relativa, ya que incluso en las relaciones objétales adultas, su “self” social necesita de el “devenir”, de re acercarse  (M. Mahler) y por supuesto de integrar (M.Klein) lo “real”, es decir; dejar a un lado lo “ideal”, lo que no existe, y por ende “aceptar”; digo aceptar entrecomillado, en el sentido en que usualmente se le atribuye un sentimiento de una resignación conformista a la palabra, y al hablar de resignación y conformidad, ambas evocan inmovilidad, donde solo se actúa como receptor y no como modificador, por lo que en este sentido, no me refiero a una aceptación mediocre, más bien, he de referirme, a una aceptación estrictamente en pro del cambio, del devenir, donde se vea lo real, gracias a la fuerza innata de la salud, el camino de la F.A. flujo mismo, que a mi particular punto de vista, se ve estancada gracias a la falta de ayuda; si bien ya lo decía Vigotski, estamos hablando de una ser social, y al hablar de desarrollo del mismo, va entre ligado su aprendizaje, que se genera en lo social (desarrollo diferente a aprendizaje), donde la “zona del desarrollo próximo”, ese puente que lo impulsa mucho más a que el niño, más tarde adolescente, luego adulto y por qué no, incluso anciano, desarrollen sus capacidades, de las ya aprendidas (actual), a el nivel de desarrollo potencial y por ende óptimo; algo súper importantes que no debemos olvidar, será la guía de un adulto, de un tutor, sin embargo, en este caso no solo me refiero a un padre (como vínculo afectivo primario), si no que me refiero a la orientación profesional, es decir; estoy hablando del psicólogo, ya que, es aquí, ahora sí, donde desgraciadamente al ir pasando por etapas, se van dejando rezagos.
La sociedad, es una masa que siempre juzgará, es impropio decir, que no será imposible hacer a un lado los roles y las etiquetas; el ser humano no se siente persona, cuando realmente “es” persona, tiene la máscara (C. Rogers) que presenta ante la sociedad llena de poder, mismo que ejerce solo para juzgar y al humano simplemente se le juzga, nuevamente me refiero a algo inmóvil, donde solo se recibe;  sin embargo, gracias a un ambiente de libertad para expresarse, donde se hable desde adentro, desde lo más profundo del “self”, es ahí donde se reencuentra con el “ser”(el ser persona), con lo real, desgraciadamente dentro de la población mexicana la guía profesional es ilusoria, ya que aparentemente todos se encuentran “bien”, viven con el ideal, cuando la realidad, dentro de la máscara ni siquiera la han descubierto, es así como considero, que es entonces cuando se ve truncado el flujo de la sanidad; sin embargo, ya Abraham Maslow lo decía,la fuerza innata psíquica, sigue su curso y empuja a la persona que se movilice, a que se eche a andar el motor, a que se encuentre y se tome conciencia de su “ser real” y llegar así a la autorrealización .
Es así, como creo suponer, que nunca en realidad se deja de seguir adelante, siempre se buscará el bienestar, y como ya hablábamos, la movilidad, hace que se busque la resilencia, gracias a la aceptación, con cada relación interpersonal y por supuesto, lo más importante, incluso con el mismo “self”, con el mí mismo, con el objetivo de la “autorrealización”, pese a que se hagan críticas con respecto a la relativa búsqueda de la felicidad, creo que no es necesariamente relativa, ya que hablamos que inmanentemente existe ya en nosotros la fuerza de el “ser”, dispuesto a la autorrealización, solo hay que quitarnos las “mascaras” (C. Rogers), los ideales de la “totalidad”, porque al ser ideal,  es inexistente y por ende nunca se llegará a la totalidad, sin embargo sí, a una realidad móvil y accesible por medio y conducto de aquella fuerza impulsora: “la autorrealización” (A. Maslow).






4.    Conclusión.
Siempre se llegará a una “real autosuficiencia emocional”, mas no ideal, siempre y cuando se cuente con la guía de un terapeuta (Vigotski) o un espacio libre influjos, sin prejuicios ni reproches (Terapia centrada en el cliente, C. Rogers). 
Concuerdo con M. Klein, en cuanto a la falta de superación total de las dos etapas que según su teoría se presentan en el primer año de vida, y que repetidamente se vuelven a vivir, en las siguientes relaciones interpersonales; por lo que descarto la posibilidad de una total “separación- individuación”, que menciona M. Mahler, ya que siempre se dará a lo largo del ciclo vital familiar, así como en otras relaciones, un constante  “devenir”; la “autosuficiencia” emocional (A. Freud) y la “autonomía” (E. Erickson), se vuelven relativas, ya que el ser humano es un ser social, y por ende es una necesidad del “self”, el relacionarse con otros y al ser “ser”, queda predicho que siempre desde el momento que se nace se “es” y por eso, solo hay que tomar conciencia de la “identidad” (E. Erickson), al quitarnos las “máscaras” (C. Rogers), gracias a la fuerza innata de la “autorrealización” (A. Maslow).

"El paradigma constructivista dentro del modelo histórico-cultural”

La filosofía define la educación como un proceso exclusivamente humano, intencional, inter comunicativo y espiritual, en virtud del cual se realizan con mayor plenitud la instrucción, la personalización y la socialización del hombre (SEP, 2001).
Desde hace tiempo, las personas siempre  se han preguntado, sobre cómo es que se aprende, si bien existen muchas hipótesis, no es hasta 1970 que los modelos de aprendizaje se toman como paradigmas contemporáneos en cuanto a la psicología evolutiva.
Desde el momento en que somos concebidos pertenecemos a una sociedad, donde por ello, se mantienen relaciones de orden interactivo, en donde nuestros padres al ser  el primer vínculo (Musito y Cava, 2006). El constructivismo, mantiene que el desarrollo de los seres humanos en cuanto a su aprendizaje, es por etapas, por lo que pese a que tiene raíces piagetanas, se le da un giro diferente, es decir; no solo mantiene que el desarrollo es por etapas, si no que a diferencia, hace una aproximación más específica del desarrollo.
Es bien sabido que el conocimiento no solo es de adulto a niño, o de niño a adulto, si no que la función individual del niño, torna a ser más activa y es por ello, que no solo aprende de un modelo preestablecido, si no que aprende de sus iguales y tiene la capacidad de hacer cambios, es por ello, que el cambio del desarrollo ocurre en base y función de las competencias cognitivas.
Si bien, existen autores constructivistas enfocados a ciertas áreas del desarrollo del infante, desde Pascual-Leone y los esquemas hasta Haward y las inteligencias múltiples, ambas tienen base en que el niño es constructo del desarrollo, es decir; es el producto de ciertas etapas y el cómo se logran es mucho más importante que el producto mismo, pues bien, los procesos cognitivos, se vuelven más importantes que los resultados (xxxxxxx);  la comprensión de los significados, es el eje del desarrollo, donde se le toma importancia a que el orden de los factores si afecta el producto, restándole importancia a el resultado, pero agregándole cierto valor a todo el proceso que conlleva el producto.
El aprendizaje se vuelve como una serie de etapas que suceden por estrategias cognitivas y matacognitivas (procesos internos del individuo), pero he aquí, como los nuevos sistemas educativos cargan con la bandera de un modelo constructivista y solo dan paso a la ambivalencia de la teoría misma; hoy en día, lo que importa con el sistema capitalista y en la fase neoliberalista en la que vivimos, se suele pensar que lo que se vive en función de producir para consumir más,  y la idea en que en la competencia existen las mismas oportunidades para ganar pero donde solo gana uno. Esto mismo se ha pasado a la áreas no solo laborales, si no de educación, donde el aprendizaje se vuelve una serie de estrategias cognitivas, donde la función individual del estudiante se torna a ser mucho más activa, pero dejan a un lado el proceso por el cual se llego a un resultado; el sistema de aprendizaje se ha vuelto aparentemente más competitivo, individualista y productivo, dejando atrás la importancia de los procesos cognitivos, es decir; el producto es el importante, la estrategia, el proceso, la comprensión de significado,  pasan a segundo plano.
El niño se convierte en autor de un papel activo, donde mediante las experiencias corporales, poco a poco desarrolla la construcción de conceptos, valores y actitudes de género. Kholberg, parte de ideas piagetanas, pero desde el sentido en que los conceptos y actitudes sexuales del niño no derivan de estructuras innatas ni de patrones culturales arbitrarios, si no que tienen su origen en la organización cognoscitiva que hace el niño de su mundo social siguiendo las pautas de su rol, donde la identidad de género no llegará a constituirse hasta que se alcance el proceso lógico de pensamiento (García, 2010).  Ahora bien;  la teoría constructivista, no puede dejar atrás a otros paradigmas contemporáneos, pues el ser humano no solo es desarrollo por etapas que ocurren en la competencia cognitiva, si no que el ser humano al vivir en sociedad, su yo, no solo es procesalista, si no que es también funcional, y es por ello que la teoría histórico-cultural, también se encuentra involucrada en el proceso del desarrollo de las personas, pues según  Vigotzki, las interacciones sociales promueven el desarrollo y por ende actúan como un catalizador en el aprendizaje. 
 El ser humano es un constructo de un paso de etapas, en las que ha adquirido cierto desarrollo o maduración para poder desarrollarse en la sociedad y en base a ésta misma se generan ciertas estrategias cognitivas, pero si solamente vemos que el proceso de desarrollo es puramente estructuralista funcional, donde quedaría la parte en que la esencia del ser genera procesos individuales, en los que crea su identidad y el hecho de marcar la diferencia entre todos los otros entes aparentemente iguales, es aquí cuando entonces entra la metacognición y abre paso a la metasubjetividad en la que los procesos biológicos y cognitivos se ven involucrados dentro de un campo social, formando entonces una explicación de un ser autentico desde la perspectiva biopsicosocial. El ser humano, no es solo constructo funcional, ni el resultado de procesos de desarrollo, el ser humano es ambas y a la vez va mucho más allá de un paradigma sobre su propio desarrollo, personalmente, quizá, casarse con teorías y no ver más allá, obstruye la esencia de su propia existencia y la de el mismo desarrollo epistémico, por lo que me parece que el desarrollo del ser humano es  biológico, cognitivo y social.

Referencias
García, G. (2010). Educar para educar. Distrito Federal: 12editorial.
Musito, G y Cava, M. (2001). La familia y la educación. Chile: latinoamericana.
SEP. (2001). Orientaciones pedagógicas para la educación preescolar de la ciudad de México. Ciudad de México. Secretaria de Educación Pública. 

Ensayo "Elitismo y utopía en la enseñanza, el aprendizaje y la educación"

Elitismo y utopía en la enseñanza, el aprendizaje y la educación.
El objetivo último del aprendizaje, es que el individuo sea más eficaz de adaptarse a nuevas circunstancias bio-psico-sociales, sin embargo, vemos que es un producto que se distingue en tipos donde se ponen en juego desde la herencia y los procesos psicológicos básicos hasta el rendimiento y la influencia ambiental, se mide en niveles, pretendiendo la objetividad en números que califican y ambivalentemente descalifican. Pero antes, es preciso saber de dónde proviene el aprendizaje, y para ello, es necesario hacer referencia a la enseñanza, la cual, en México, desde los escritos de Fray Diego de Landa (S. XVI) (Escalante, 1985),  hasta nuestros días, aun se sigue dando dentro de la idea en el que el maestro  impone-muestra al alumno la información de cierta temática más que de ser una guía-ayuda para la adquisición de conocimiento y por ende aprendizaje, claro está, que no todos tiene la posibilidad de adquirir por medio de ésta vía el conocimiento y ni hablar de que sea a través de un espacio optimo para el proceso enseñanza-aprendizaje, simplemente, desde la escolaridad en el porfiriato, donde solo existian 41 matriculados por cada mil habitantes, personas cuyos status quo eran por arriba de la media poblacional y que hasta ahora, en nuestros días, la utopía de homogenizar la educación sigue vigente, y se ve atada a la transformación de la economía política (Martínez, 2005).
La educación se define como un proceso exclusivamente humano, donde por medio de la comunicación se permite la reconstrucción y reorganización de la experiencia con el objetivo de capacita al individuo para la vida humana y progresivamente para la sociedad, donde no solo se ven el hecho de mostrar o enseñar un aprendizaje, antes bien, pretende toda una complejidad de aprendizaje respecto a la plenitud de las personas, es aquí, cuando la buena educación, es en esencia una respuesta a muchos problemas nacionales, ante situaciones como el embarazo en adolescentes, la agresión física, psíquica y social a menores, mujeres y ancianos, alcoholismo, inequidad de género en la presencia de  datos como que solo 7% de la población femenina ingresa a la educación superior, la situación de inseguridad social del narcotráfico y la trata de personas… (García, 2010).
En México desde 1971, fue significativo el inicio de un cambio de programas y métodos de educación integral, sin embargo los padres de familia, en el intento de conservar una educación tradicional, organizaron quemas públicas de los libros de la SEP en 1975 (Martínez, 2005); en el 2006, el senado aprobó que en todos los niveles y grados de educación básica se imparta la educación integral y de esta forma se ponga en práctica las reformas a la ley general de educación y para la protección de los derechos de niños y niñas, y por ende si fuese aplicado realmente se acabarían muchos de los problemas, y sin embargo no todas las y los profesores, ni madres y padres de familia cuentan con las herramientas para brindar asertivamente una educación. Por ello es esencial “educar para educar” (García, 2010) es decir; lo ideal sería educar a personas aptas y dispuestas para la educación de futuras generaciones (no solo maestros, si no padres de familia), sin embargo, las situaciones es evidente, cuando digo que esto es ideal, y por ello, es necesario trabajar con lo que se tiene y tratar de sacarle el mejor provecho, en vez de seguir en los lares de la idealización.

Bibliografía.
Martínez J (2005), “La educación en la historia de México”, el colegio de México, D.F.
Escalante P (1985), “Educación e ideología en el México antiguo”, el caballito SEP, D.F.
García G (2010), “Educar para educar”, 12 editorial A.C., D.F.

Ensayo "Cuentos reales de la violenta cenicienta y el principe azul"

Cuentos reales de la violenta cenicienta y el príncipe azul.
En México,  57 464 459 son mujeres, lo que constituye desde hace 35 años  un incremento en la cantidad de mujeres respecto a los hombres. Para el 2010, esta diferencia se ha acentuado hasta llegar a 2.5 millones más de mujeres que de varones según el Consejo Nacional de Población, ([Conapo],  2011). Los niños y las mujeres, son poblaciones en donde no solo enfrentan actualmente un nivel creciente de violencia en la calle si no que también dentro de su hogar (Redacción Kiosco, 2009 a). Se informó que las estadísticas indican que poco más del 60% de las madres de familia que sufrieron maltrato, ahora maltratan a su hijos (Redacción Kiosco, 2009 a)  lo que nos indica que, el problema de los hijos, son los síntomas de los padres  y por ende “el principal factor de riesgo, apunta la UNICEF, para que exista violencia contra menores al interior de las familias es que el padre o la madre hayan sufrido una experiencia similar en su niñez” (El universal, 2009).
Pero qué pasaría si la violencia no solo es física o psicológica, si no que quizá va más allá de todo esto, la violencia aparentemente irreal, promulgada desde el lenguaje patriarcal hasta por canales televisivos, cuentos de hadas,  películas de Disney,  y comedias de amor,  telenovelas que envician  las mentes, donde la propia familia la promueve como el campo de lo “normal”.
Los estilos de crianza están asociados con los tipos de formas y maneras de pensar de cada familia (Musitu y Cava, 2001) y puesto que como cada familia tiene derecho las actitudes violentas o afectivas que los padres ejercen hacia sus hijos y que otro gran pilar como es la sociedad y la escuela promueven y fortalecen la llegada del hombre varonil, guapo, güero, de ojos azules, adinerado, inteligente, es decir siempre más que la mujer, más alto, más inteligente, más adinerado, más todo, porque claro, la cenicienta, la dama, dócil, sumisa y pasiva, que espera ser princesa.
La violencia es la “Acción de utilizar la fuerza y la intimidación para conseguir algo” (Real Academia de la lengua Española, 2011), así como la “acción y resultado de violentarse”. Sin embargo la definición me parece que se queda corta, la violencia no solo es una acción, antes bien, es una actitud, y me atrevo a decirla como actitud, porque tiene orígenes psíquicos, emocionales y cognitivos, es decir, no solo está formada en lo que se ve, si no que la violencia se piensa y se siente.
En esta misma línea, la violencia, no es solo un hecho físico y psicológico, si no que existe un nivel más, el simbólico,  “La violencia simbólica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas expectativas colectivas, en unas creencias socialmente inculcadas” (Bourdieu, 1999).
Los resultados del International Business Report (IBR) 2011 de Grant Thornton revelan que las mujeres ocupan actualmente el 20% de los puestos de alta dirección a nivel mundial, lo que representa un porcentaje menor después del 24% del 2009, y apenas un 1% arriba del dato de 2004.  En México, las empresas privadas prefieren no tener a ninguna mujer en la alta dirección, pasando a 55% en el 2011 después del 38% en el 2009, 17 puntos por debajo. Lo que solo demuestra que México continua siendo un país con una cultura volcada a la dirección masculina.

Promovido por los cuentos de hadas de Disney y las telenovelas, donde solo se esteriotípiza el estilo de lo “normal” y un sueño fantasioso, y al no cumplirse se caé en la desilusión; por solo mencionar que  gracias a que la sociedad y factores étnicos, que van  desde los mayas hasta la población globalizada,  incluso factores religiosos, que  promueve el masoquismo,  ya que se vive “con la cruz”, donde la justificación es el destino y el libre albedrío queda en la tumba de la idealización y por ende en lo irreal. Una realidad, donde solo en México, apenas el 6% de las empresas es liderada por una mujer, donde solo 7% de los 57 millones de mujeres, llega a la universidad.

Si bien, como antes he mencionado, la existente relación entre socialización y su promoción de un estilo de acciones, se ha de  enfatizar el ángulo por el que se está refiriendo el término de socialización. Según la Real Academia de la Lengua Española (2001) la socialización, es la “1. f. Acción y efecto de socializar.”, por lo que se refiere a “Promover las condiciones sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral de su persona.”
Los estilos de socialización de los hijos,  es un fenómeno universal, practicado en todas las culturas y en todos los estratos sociales, ya que por el hecho de ser seres sociales, desde que nacemos  el primer inicio de nuestro desarrollo cognitivo, es la familia.  “La familia es, generalmente, el grupo social en el que iniciamos nuestro desarrollo psicosocial y su influencia continúa siendo significativa a lo largo de nuestra vida” (Musitu y Cava, 2001). La Asamblea General de las Naciones Unidas (1948), en su artículo vigésimo sexto, precisamente el punto tercero, dice que “los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.”  Tradicionalmente los estilos de socialización, como patrones culturales, se dan en la dirección padre-hijo; además se le atañe que es evidente, que las madres y los padres estén más capacitados para influir en los hijos, tanto por razones biológicas, psicológicas y sociales; sin embargo también sabemos que los hijos pueden influir en los propios valores de los padres; por lo que el proceso de socialización familiar es, un proceso de dos, dinámico y complejo (Musitu y Cava, 2001).
Otros contextos socializadores que pueden influir en el niño, por el hecho de desenvolverse en ellos, son la escuela y el grupo de iguales. Por lo que la familia a la par con la institución educativa son los dos grandes pilares formadores de la personalidad y posibilidad del ajuste social a la comunidad. (Espina, 2004). “El sistema familiar, por otro lado, juega un papel fundamental para explicar la aparición de numerosas conductas des adaptativas en los hijos.” (Pons y Berjano, 1997).
La mediación familiar en los procesos educativos básicos se concreta en un conjunto de acciones y estímulos que los niños irán procesando y a los que irán otorgando significado (Rodrigo y Palacios, 2000). En este sentido, existen dos aspectos interactivos: los cognitivos y los afectivos. Desde esta perspectiva los aspectos cognitivos son decisivos. Éstos son propiciados por aquellos procesos interactivos que dan lugar al conocimiento social. Por otro lado, los afectivos, están orientados a la adquisición y desarrollo de los vínculos afectivos y comportamentales socialmente aceptables. (Espina, 2004).
Por ello se considera indispensable para explicar fenómenos aparentemente tan diferentes como la dominación personal en sociedades tradicionales o la dominación de clase en las sociedades avanzadas, las relaciones de dominación entre naciones (como en el imperialismo o el colonialismo) o la dominación masculina tanto en las sociedades primitivas como modernas. La dimensión simbólica, la autonomía y dependencia relativa de las relaciones simbólicas respecto a las relaciones de fuerza, son tan importantes que negarlas equivaldría a negar una parte de la realidad en México y me atrevería a decir que en el mundo, ya que no solo se da en países de América latina, si no que estudios revelan que en Francia, pese a que la revolución femenina tiene mucho mayor trascendencia en cuanto a evolución en países europeos, aún las raíces de la idea prevaleciente del sexo masculino ante el femenino, son promovidos en los gustos y estereotipos del “príncipe azul”, donde desde la infancia, las mujeres, esperan con ansias la famosa llegada del mítico príncipe azul, donde el joven apuesto y varonil en la ilusa fantasía, rescate a la dama domesticad, dócil y pasiva, del castillo, donde se espera la conversión de cenicienta a princesa del castillo, donde se resalta aún más, los roles específicos de cada sexo, emergidos de la misoginia y donde se promueve el estereotipo, de que los caballeros prefieren mujeres “brutas”, sin actividad, sin pensamiento, sin autonomía, sin decisión, solo al margen y pie de la decisión del príncipe, el cual es como el típico “macho”, azul, representativo de lo frio, sin emociones, el que no llora, sin pasión, sin entrega, azul como los príncipes de sangre azul pensantes, atractivos, con poder, inteligentes, con capacidad de decisión, privilegio y autodeterminación, traducción que enviada por medio de la televisión, cuentos, periódicos y revistas, un mensaje subliminal que se ancla a las mentes de las niñas y los niños mexicanos.
La violencia simbólica se ejerce mediante lo que Bourdieu llama el orden de las cosas, en este caso a través de la censura y la formalización inherentes al mismo; es la propia estructura del campo la que rige la expresión regulando a la vez el acceso a la expresión y a la forma de expresión. La censura resulta especialmente eficaz e invisible cuando los agentes no dicen más que aquello que están objetivamente autorizados a decir o cuando se excluye a determinados agentes de la comunicación excluyéndoles de los grupos que hablan o de los lugares donde se habla con autoridad. Y para comprender lo que puede y no puede decirse en un grupo, no sólo hay que tener en cuenta las relaciones de fuerza simbólicas que se establecen en ese grupo y que impiden a ciertos individuos hablar (por ejemplo a las mujeres) o les obligan a conquistar por la fuerza su derecho a la palabra, sino también las leyes mismas de formación del grupo (por ejemplo, la lógica de la expulsión consciente o inconsciente), que funcionan como una censura previa (Bourdieu, 2001).

La violencia simbólica, como todo lo simbólico en el ser, se encuentra en todos lados de lo social. Tanto los excluidos totales como los que desean competir por los bienes de determinado campo, están obligados a reconocer que los medios con los que los dominantes ya cuentan son los aceptados. Ya que un campo sólo puede funcionar si encuentra individuos socialmente predispuestos a comportarse como agentes responsables, es decir que luchen por ganar y por conseguir los beneficios que este les propone. Cuando existen sujetos predispuestos, por causas innumerables, la reproducción y la dominación están siempre aseguradas. Es así como se reproducen lo social y por lo que, fuera de posiciones ideológicas, es tan compleja la trasformación social. Sobre todo si la propuesta renovadora, casi escatológica, ubica su epistemología tan lejos de los problemas simbólicos.

Los estilos de socialización, tanto los específicamente descritos por los trabajos de Musitu y García en el 2001 y a Baumrind en 1989 con sus dos dimensiones: apoyo-implicación- aceptación y control-coerción- imposición. (Myers, 2004). No se trata de moralizar el tema, es decir; no se trata de definir los estilos de socialización como buenos o malos, si no simplemente se trata de ser claros, en los efectos en el hijo y la necesidad de cambiar o sustituir el estilo parental, si se permite la tarea como una necesidad. Pero no cabe duda que hasta no ver, es decir, hasta no ser conscientes de que la “normalidad” es una peste con olor a violencia, no se pueden implementar programas para el empoderamiento de la mujer como sexo fuerte, equiparable, pensante, ávida de saber, no más ni nunca menos, con decisión, voluntad, y por supuesto con capacidad de autorrealización, tanto a nivel personal, como profesional, para que con el margen de la idea no se quede en la utopía y puedan llegar más  del 7% de toda la población femenina a las aulas mexicanas de la educación superior, con la oportunidad de no ver a la escuela como un pasatiempo mientras se espera la llegada del príncipe azul.

domingo, 30 de octubre de 2011

juegos serios II

NOMBRE DEL PRODUCTO  multimedia o URL:
Ales II. Aprendizaje de lengua escrita a través de actividades multimedia. DIRECCIÓN: CENTRO NACIONAL DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN EDUCATIVA (MEC)
Diseño pedagógico, elaboración de contenidos y guía didáctica: Nieves Ayuso López, Magdalena Junoy García de Viedma y Elena Lizaso López de Aberasturi. Ilustraciones y animación: Federico Pérez Moreno


Rubros a evaluar


















Calificación
Navegación: ir de un lugar a otro deacuerdo a los intereses y necesidades del usuario.
Los intereses son específicos en la medida que la marca el juego.
Interactividad: dar respuestas al proceso de comunicación. Uso adecuado de botones, hipertextos y ligas.
Se resuelven muchos enigmas en los que se debe poner en práctica habilidades en lectoescritura. Las instrucciones son explicitas y el uso de botones son varios, por lo que enriquece la tarea.
Inmersión: motivación del usuario para navegar y no distraerse, proceso de involucrarse para el logro de objetivos.
La calidad de imagen es regular, el uso de la paleta de colores es atractivo, pero la coordinación entre sonido e imagen es precaria.
Usabilidad: capacidad de ser comprendido, aprendido, usado y ser atractivo. Eficiencia y satisfacción del usuario.
Es poco entendible para personas que no están acostumbradas al castellano, personalmente complica la realización correcta de tareas y por ende la satisfacción  para el usuario con o sin dificultades de aprendizaje es errónea.
Creatividad: originalidad y buen gusto, diseño atractivo. Desarrollo de contenido adecuado y eficiente. Algo nuevo.
El diseño es agradable a la vista, la combinación de los dibujos con los colores hacen un buen uso de la creatividad en relación a la história ya que al ser “peter pan” se sumerge en el contexto infantil, y su autenticidad en cuestión de abordar instrucciones de la niñez  me parece adecuado a edades primarias .
Efectividad: funcionamiento adecuado. Tecnología de hardware y software eficiente, para el logro del objetivo institucional, de aprehensión de contenido, de motivación o de desarrollo de habilidades por ejemplo.
Son instrucciones específicas y no se sale del contexto, por lo que los objetivos son los que el mismo ordenador pide en cuanto al acatamiento de instrucciones. El mismo juego abre la oportunidad de  intentarlo una y otra vez, es decir no existe un margen de error, por lo que no se sale de la tarea hasta que se ha terminado correctamente.
Calidad: conformidad con los requisitos y adecuación de uso. Valor agregado.
En cuanto a la valoración de los requisitos, es correspondiente a la adecuación y el uso que se le puede dar al juego, más no aplicable para la población mexicana.
Personalmente no me gusto, pero se debe considerar que la edad para la que esta hecha el juego.
Total:
Buena.











NOMBRE DEL PRODUCTO  multimedia o URL:
Aprendizaje de la lecto-escritura.
Voz: Arancha Ortega Mora
Autor: José Bustillo Rendón

Rubros a evaluar









Calificación
Navegación: ir de un lugar a otro deacuerdo a los intereses y necesidades del usuario.
Se puede ingresar a cualquier área que se pretenda jugar.
Interactividad: dar respuestas al proceso de comunicación. Uso adecuado de botones, hipertextos y ligas.
 Es un sistema de lectura y escritura que se aplica, adapta, y contextualiza al acervo cultural y tecnológico para hacer más alegre, divertido y activo el aprendizaje y mantener actualizado el sistema de lectura y escritura. Economiza el uso de papel para preservar los recursos naturales
Inmersión: motivación del usuario para navegar y no distraerse, proceso de involucrarse para el logro de objetivos.
La calidad de imagen  es buena, e incluso el uso de la paleta de colores es atractivo.
Usabilidad: capacidad de ser comprendido, aprendido, usado y ser atractivo. Eficiencia y satisfacción del usuario.
El juego se va desarrollando según el jugador interactúe con las distintas herramientas y opciones, de forma que sus decisiones marcan el camino a seguir.
Creatividad: originalidad y buen gusto, diseño atractivo. Desarrollo de contenido adecuado y eficiente. Algo nuevo.
la creatividad es buena ya que la idea demuestra autenticidad en cuestión de abordar  la lecto-escritura y parece más adecuado a edades escolares  en las que el proceso interactivo con las letras es primario.
Efectividad: funcionamiento adecuado. Tecnología de hardware y software eficiente, para el logro del objetivo institucional, de aprehensión de contenido, de motivación o de desarrollo de habilidades por ejemplo.
Son instrucciones específicas y no se sale del contexto, por lo que los objetivos son los que el mismo ordenador pide en cuanto al acatamiento de instrucciones. El mismo juego abre la oportunidad de  intentarlo.
Calidad: conformidad con los requisitos y adecuación de uso. Valor agregado.
En cuanto a la valoración de los requisitos, es correspondiente a la adecuación y el uso que se le puede dar al juego.
Total:
Buena.